Muchas personas describen a Ámsterdam como "la ciudad donde todo está permitido", y cuando uno tiene la oportunidad de visitarla se da cuenta que lo único prohibido es hacer cualquier cosa que haga daño al ambiente. Sin duda alguna es la ciudad más eco-amigable que hemos visitado. Basta con respirar el aire fresco para entender el gran impacto que tiene el humo de los autos en el resto del mundo.
En Ámsterdam el medio de transporte principal es la bicicleta. En el 2013 fue nombrada la Ciudad Más Bici Amigable del Mundo. Para los turistas, montarse a pedalear un rato es mucho más que un tour. Es sumergirse en un sistema de transporte con carriles, señales de tránsito especiales y medidas de seguridad diseñadas especialmente para los que van en bici. Sin lugar a dudas una de las experiencias más increíbles al visitar esta ciudad, aparte de todos los otros atractivos turísticos que la convierten en una de nuestras favoritas.
Una de las imágenes que más sorprenden cuando uno visita por primera vez "La Venecia del Norte", como le llaman por sus canales, es la de los estacionamientos de bicicletas. Una vez llegas al aeropuerto, allí mismo tomas el tren para llegar a la Estación Central que está en el medio de la ciudad y te topas con el estacionamiento con más de siete mil bicicletas de personas que las dejan ahí para continuar su ruta diaria en el metro.
Quienes ya han visitado Ámsterdam conocen de la impresión que esto causa. De hecho, aseguran que hay más bicicletas que personas en la ciudad. Seguramente es el paraíso de muchos bici usuarios de nuestra Isla que luchan a diario con la avalancha de autos en las calles.
Ámsterdam es para muchos la capital mundial del ciclismo urbano. Si lo próximo en tu agenda de vacaciones es un Eurotrip, esta ciudad es una de nuestra recomendaciones top.