MADRID

La capital española es un must.

Hablar de Madrid y no suspirar es imposible.

Muchas ciudades que visitamos nos quitan el aliento, pero con Madrid fue amor a primera vista. Y de pensarlo fácil comenzamos a extrañarla como si hubiésemos vivido años en lugar de haber estado un par de días. Madrid es una ciudad cosmopolita y rápida, pero a la vez uno encuentra el momento para detenerse a socializar, tomar una copa de vino y tapear. Es entre tanto el balance perfecto.

Siempre hemos dicho que cada persona tiene una experiencia diferente, aunque sea la misma ciudad. Incluso puede uno visitar un mismo destino varias veces y siempre encontrarlo diferente. Lo que nos pasa con Madrid es que fue como si el momento de conocernos hubiera sido el perfecto. Y si visitarlo fue increíble, recordarlo lo es aún más.

El camino para descubrir la ciudad puede comenzar en el Parque del Retiro, lugar donde no importa la estación del año la naturaleza se encarga de hacer del paisaje una obra de arte. Aparte de esto, puede uno remar un rato en el estanque, actividad que es perfecta para tomar fotos.

Un recorrido por la Gran Vía es casi obligatorio, pues desde el Parque del Retiro hasta la Puerta del Sol pasas toda esta avenida repleta de tiendas y restaurantes. Ir a cenar a algún lugar de tapas o a alguna pulpería es un must, pero hay que dejar espacio para unos churros de la Chocolatería San Ginés. Y si fuésemos a dar un consejo, les diríamos que dejen bastante espacio, pues es imposible comer uno solo.

Uno de los mercados más conocidos del mundo es el Mercado San Miguel que queda cerca de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Allí puede uno encontrar de todo. Otra cosa que no puede estar fuera de la agenda es visitar el Palacio Real y acabar el día observando el atardecer desde el Templo de Debod.

Madrid es de esas ciudades que en cada esquina descubres algo nuevo, bueno e interesante. Desde la comida, su arquitectura y su estilo de vida hasta su gente. Quedamos prendados con esta ciudad de la cual fue difícil despedirnos. Así que no fue un adiós, sino un hasta pronto.