Diana Otero
KIOTO
Un poco de mi ciudad japonesa favorita.

Si hay una ciudad que podemos decir que es nuestra favorita de todas las que hemos visitado en el mundo, esa es Kioto. Es una sutil mezcla entre lo moderno y lo cultural. Luego de haber experimentado el rush, los edificios y los trenes de Tokio, llegar a Kioto es como entrar en un oasis de tranquilidad, sin quitarle su lado cosmopolita.
Puede uno ir caminando por calles llenas de tiendas y al cruzar la calle te topas con edificios antiguos o algĂșn templo. La modernidad ha sabido colarse sin quitarle su espacio a lo que aguarda historia.
Gion es el nombre del ĂĄrea donde puedes, con suerte, encontrarte con alguna geisha o maiko. Afortunadamente esa suerte la tuvimos varias veces y sin duda alguna es una de las cosas mĂĄs impresionantes que vimos en JapĂłn. Parece una escena sacada de alguna pelĂcula.

El bosque de bambĂș Arashiyama seguro es uno de los lugares mĂĄs espectaculares del mundo y uno de los mĂĄs fotografiados. Todo un camino de estos ĂĄrboles donde no importa si hay poca o mucha gente, se respira paz y el contacto con la naturaleza es muy especial.
Otro de los lugares mĂĄs visitados en Kioto es el Fushimi inari-taisha, que es uno de los muchos santuarios dedicados a Inari, el dios del arroz y la protecciĂłn de cosechas. Para encontrarlo vacĂo hay que visitarlo bien temprano, pues diariamente cientos de turistas llegan hasta allĂ para caminar entre los pĂłrticos rojos.
Kinkaku-ji o Templo del PabellĂłn de Oro es como le llaman al Rokuon-ji, que es el templo dorado en medio de un lago que tanto en fotos como en persona parece una postal. Es un templo budista Zen y tiene un extenso jardĂn por el que se puede caminar.
Aparte de todo lo que tiene que ver con la historia y la antigĂŒedad, Kioto tiene una de las ĂĄreas comerciales mĂĄs grandes que hayamos visitado. Shijo-dori son varios bloques de calles de tiendas y restaurantes que fĂĄcilmente le puede tomar a uno horas largas explorar. Por allĂ comimos el delicioso sushi, el mejor ramen que hayamos probado y hasta uno de los mejores cafĂ©s.
Hay tantas razones para visitar esta ciudad que podrĂamos estar hablando de ella mucho mĂĄs tiempo. Sin embargo, no hay palabras que le hagan justicia a lo que allĂ vimos, conocimos y experimentamos. Si hay una ciudad a la que siempre es buena idea regresa, esa es Kioto.
