El paraíso griego.
Hay lugares que en fotos se ven mejor que en persona. Por el contrario hay sitios que por más que lo que captura la cámara parece una pintura, no le hace justicia a lo que uno está viendo en vivo y a todo color. Así es Santorini, una de las islas griegas más conocidas Cuando trato de buscar las palabras para describirlo, lo único que se me ocurre es decir que es nada de lo que uno ha visto antes, y todo lo que uno quiere ver. Es sin duda uno de los lugares más hermosos que hemos visitado. De día un paraíso, de noche un espectáculo de luces. Por el día parece cubierto de nieve y en la noche cubierto de oro.
Las estructuras de los hoteles están construidas de modo que casi todas las habitaciones tienen vista al mar, incluyendo al impresionante volcán. Una de las atracciones principales de esta isla es ver el atardecer, que no solo dibuja una postal en el cielo, sino que pinta las paredes blancas con su luz anaranjada.
Entre las cosas para hacer están comer en los restaurantes cerca de la playa donde los mariscos son frescos. Tan frescos que puedes ver el pescador llegando con su captura y los cordeles con pulpos colgando al sol. Otra opción para hacer es tomar algún tour en bote. Te llevan a conocer Santorini desde otro ángulo y puedes zambullirte en las aguas calientes del volcán.
A pesar de ser una isla pequeña, para conocerla mejor uno puede rentar un auto o motora e irse a explorarla. Tiene una sola carretera principal, así que no hay forma de perderse. Bordear la costa fue una de las cosas que más nos gustó.
Si uno busca un lugar para irse de vacaciones para estar relajado este es el idóneo. Santorini es uno de los destinos más impresionantes que hemos visto y seguramente uno de los más bellos del mundo.
Un hotel: Homeric Poems
Un restaurante: Mama Thira
Catamaran: Odyssey
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